viernes, 15 de marzo de 2013

Nuevas fuentes de energía y materiales de última generación en la informática


Las recientes crisis energéticas mundiales han derivado en una incesante búsqueda de nuevas fuentes de energía para todas las áreas tecnológicas, incluyendo la informática y las telecomunicaciones.
La solución se encontró en el desarrollo de fuentes alternas, como:
Energía solar. Energía obtenida del aprovechamiento de radiación electromagnética procedente del sol.
Energía eólica.  Energía obtenida del viento, es decir, la energía cinética generada por efecto de las corrientes de aire.
Energía nuclear. Energía que se libera espontanea en las reacciones nucleares para generar energía eléctrica.


Los avances de la física y la aparición de la electrónica combinada con los procesos de la ciencia de los materiales han dado lugar a circuitos eléctricos y electrónicos capaces de controlar señales eléctricas de muy baja intensidad, gracias a nuevos materiales eléctricos tales como:
Semiconductores.  Materiales como el silicio o el galio o selenio, arseniuro de galio, cuya resistencia al paso de la corriente depende de factores como la temperatura, la tensión mecánica o el grado de iluminación que se aplica.

Superconductores. Materiales como el mercurio, por debajo de 4 K de temperatura, nanotubos de carbono, aleaciones de niobio y titanio, cerámicas de óxidos de itrio, bario y cobre.
No ponen resistencia al paso de la corriente eléctrica, permiten el transporte de energías sin perdidas.

Piezoeléctricos. Materiales como el cuarzo, la turmalina, cerámicas y materiales plásticos especiales, dotados de estructuras microcristalinas, que poseen la capacidad  de convertir la energía mecánica en eléctrica y viceversa.

 La fibra óptica.  Fibras constituidas por un núcleo central o de vidrio transparente, dopado con pequeñas cantidades de óxidos de germanio, de fosforo, rodeado por una fina capa de vidrio en propiedades ópticas.

Materiales inteligentes, activos o multifuncionales.  Materiales como los recubrimientos termocromicos, capaces de responder de modo reversible y controlable a diferentes estímulos.

Físicos o químicos externos cambian de color según la temperatura, en caso de incendio, movimientos o esfuerzos.

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